Cuando se trata de garantizar la seguridad de los niños en torno a sustancias potencialmente nocivas, las certificaciones de envases a prueba de niños desempeñan un papel fundamental. Los fabricantes que deseen comercializar sus productos en la Unión Europea y Estados Unidos deben cumplir los requisitos de las normas ISO/EN 8317 y US16 CFR 1700.20, respectivamente. Estas normas describen las especificaciones de los envases a prueba de niños, con el objetivo de evitar que los niños accedan a productos peligrosos, garantizando al mismo tiempo que los adultos puedan seguir utilizándolos sin excesivas dificultades.
Certificación ISO/EN 8317
La norma ISO/EN8317 se aplica en la Unión Europea y establece criterios y métodos de prueba para los envases recerrables a prueba de niños. Para obtener la certificación ISO/EN 8317, los fabricantes deben someter sus envases a la evaluación de una organización de pruebas reconocida. Este proceso implica una serie de pruebas con grupos de niños y adultos para evaluar la resistencia del envase a los niños y la facilidad de uso por parte de los adultos. Los envases aprobados deben ser difíciles de abrir para los niños menores de cinco años en un tiempo determinado y permitir a los adultos, incluidas las personas mayores, acceder al contenido con relativa facilidad.
Certificación US16 CFR1700.20
En Estados Unidos, la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC) aplica los criterios establecidos en 16 CFR § 1700.20. Esta norma especifica los procedimientos de ensayo para que los "envases especiales" sean clasificados como resistentes a los niños. Al igual que la norma europea, para obtener la certificación es necesario superar pruebas en las que participan niños y adultos para evaluar la eficacia y utilidad del envase. La CPSC mantiene una lista de laboratorios de pruebas reconocidos donde los fabricantes pueden presentar sus envases para su certificación. Por el contrario, la norma US16 CFR 1700.20, aplicada por la CPSC en Estados Unidos, hace especial hincapié en el envase primario. Esta normativa exige que el mecanismo de seguridad para niños forme parte del envase primario del producto. Este requisito pretende garantizar el máximo nivel de seguridad dificultando el acceso de los niños a sustancias nocivas.
Procesos de certificación y pruebas
A pesar de estas diferencias, ambas normas exigen pruebas rigurosas en las que participen grupos de edad específicos de niños y adultos para evaluar la resistencia del envase a los niños y su facilidad de uso por parte de los adultos. El proceso suele requerir la participación de laboratorios de ensayo reconocidos, que realizan evaluaciones de acuerdo con los criterios establecidos por cada norma. Superar con éxito estas pruebas es esencial para obtener la certificación conforme a cualquiera de las normas, lo que permite a los fabricantes comercializar sus productos con la confianza de que cumplen las normas de seguridad.
Certificaciones de envasado e innovación permanente
Garantizar la seguridad de los niños al tiempo que se hacen accesibles los productos a los adultos exige navegar por un complejo panorama de normativas y certificaciones. Con las diferencias críticas entre ISO/EN 8317 y US16 CFR 1700.20, los fabricantes tienen un camino claro hacia el cumplimiento, pero el viaje no termina con la certificación. La innovación continua, la comprensión de las actualizaciones normativas y el compromiso con la seguridad son esenciales para mantener los más altos estándares de envasado a prueba de niños.
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